Drama Allan. Cafeína y Black metal (Poema).

Vamos camarada estoy divisando mundos paradisiacos de una tierra lejana que me llama burlemos a la muerte viviendo cada segundo intenso en una sala de espera entre cafeína y black metal pienso en lo que esconde el universo, la vida es una arpía infiel pero se siente bien los manjares fugaces que ofrece, ya más de una vez  intente llevar una vida sana pero termino en lugares peor que el rodeo. Disfruto mucho mandar a la mierda a esos peces muertos que siguen la corriente solo comparto litros con quien no tiene miedo a lo diferente, entiendo a quienes tienen ganas de estallar... es aburrido ver el mismo teatro siempre, no saldrá mi biografía en Wikipedia nunca aspiré a banalidades me da asco como esas modernas que se creen que valen, interrogo a mi mente cual agente de la cia a un preso comunista después de las noches más fulanas vienen tarde o temprano las sonrisas no soy de los que se miente por felicidad no, pero el sol no siempre quema, la vida se me va en una efímera eternidad como el primer orgasmo, cae lluvia ácida y echo de  menos stalingrado como un volgo, si la vida es matemáticas yo debo ser una incógnita, no todo va bien, pero debo admitir que la eh pasado bien  bebiendo riendo con camaradas que ven más allá de este circo tripulo océanos mentales sin puertos a veces no sé cómo es que sigo cuerdo mesclando ácido, chemo y una bacha bañada de diésel, las neuronas solo se mudan ponme a Nick drake estoy feliz aquí no quiero escuchar los gritos del silencio de afuera sin inocencia  ves a las almas desnudas. hare de tus senos mi trinchera la decadencia me empuja a no ser otro judas, hago del café mi coca, ya no estoy para mediocridades y aún menos  para seguirle el rollo a zorras para que al final la mamen, se quién soy aunque a veces lo olvide, soy una bomba humana que recen los escoltas del gobernador que si termino de descifrar los puzles de mi cabeza voy a estallar en el congreso, la historia y la poesía me moldearon para vivir en la eternidad del instante por que la otra no existe, cafeína y black metal me hacen la noche.