viernes, 28 de diciembre de 2012

Bazét: A quién interese



     No nos creemos especiales por escribir. Somos únicamente esos hijos bastardos de la clorofila siendo penetrada por los maduros rayos del sol. No importa cuantas veces traten de derribarnos, porque siempre nos levantaremos y todo se sentirá tan bien como cuando vas caminando en un bosque cuando llueve escuchando Starálfur de fondo. Quizás lo del bosque nunca haya sucedido, pero la imaginación es tan grande y tan hermosa que es capaz de transportarnos a lugares, capaz de hacernos sentir cosas. ¿Qué sería de mi sí yo no escribiera? Nada de lo que sentimos es pasajero, es constate como el viento: invisible y errante; ese viento que recorre lugares miserables y otros llenos de felicidad. Son esos vientos lo que penetran en nuestros corazones obligándonos a vivir en altos y bajos.

     Puede que a unos la vida les parezca la peor mierda del mundo. Se como te sientes así me he sentido yo muchas veces. He pasado horas pensando en el suicidio, pero no lo hago, quiero vivir; quiero caminar todo lo que vea, ver esos horizontes que se esconden detrás de los lejanos horizontes. La vida elige a cada uno y créeme que cuando cierres los ojos e inhales el oxigeno cambiaras de parecer. Unos vienen, otros se van. La vida y la muerte nos ha marcado como poetas del silencio y sombra.


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