La noche ha vuelto a caer
inesperablemente alevoso, como el beso de una drogadicta;
Como los
orgasmos fingidos de una puta
que corrompen a los fantasmas del pasado soplando
al polvo de una efímera eternidad
que yacen en los rincones más abstractos de tu cuarto
¿Dónde esta tu horizonte que sangra orgullo?
Hay que encender esta ciudad que
nos mata con sobredosis de asfalto
y ver
nuestro fuego estrecho en pie gritando lo que el tiempo ha callado.
El futuro
también llora cuando la muerte me besa los labios y no tú.
No esperes que el
cosmos me lleve para venir a buscarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario